El 2 de febrero de 1971 se adoptó la Convención Mundial de los Humedales en Rasmar (Irán), fecha que se institucionalizó para conmemorar este importante tratado intergubernamental que sirve de marco para la cooperación internacional y la conservación y uso racional de los humedales y sus recursos.
Existen 35 humedales en La Guajira, entre los más importantes se encuentran La Laguna Salá, Pántano de Tomarrazón, Humedal de Cañaverales, Laguna de Camarones, Laguna Grande y la Ciénaga de Buenavista.
En La Guajira, los humedales cumplen una importante función y son hábitat de por lo menos 68 especies de aves acuáticas entre las que se encuentran 43 especies migratorias en algunos sectores, además representan importantes posibilidades turísticas y recreativas, incluidas, la pesca, la observación de aves y la fotografía de la naturaleza.
Actualmente estos ecosistemas enfrentan diferentes amenazas antrópicas que ponen en peligro su dinámica. Para asegurar su conservación, la Corporación Autónoma Regional de La Guajira, Corpoguajira, ha desarrollado acciones contempladas en su Plan de Acción, que incluyen la elaboración de los POMCAS, el diagnóstico de los humedales asociados con el fin de revisar la información existente y actualizar su inventario. Así mismo se han ejecutado obras asociadas a humedales costeros mediante convenios con diferentes ONGs, para el desarrollo de planes de lagunas costeras y unidad de manejo de manglares.
En el caso específico de la Laguna Salá, teniendo en cuenta el alto grado de contaminación de este humedal, a través del Grupo de Educación Ambiental de Corpoguajira, se vienen realizando encuentros con las comunidades de los barrios Camilo Torres y María Eugenia, los cuales hacen parte de este ecosistema, para homogenizar los conceptos de la importancia de los humedales los criterios para determinar los tipos de zonificación, a partir del conocimiento compilado, las vivencias y las aspiraciones frente a su territorio generadas en la construcción social de las áreas de preservación y protección ambiental, de recuperación y de producción sostenible con sus distintos tipos de usos con marcado potencial de consolidación, entre los que se pueden citar: la pesca, la regulación hídrica, el ciclado de nutrientes, hábitats y recursos para la vida silvestre, el embellecimiento del paisaje y la recreación, objeto de estudios e investigación, la regulación del clima, los recursos genéticos, y el patrimonio histórico a la memoria del Almirante Padilla.
Es importante el aporte de Corpoguajira a la solución parcial que atraviesa la laguna, en relación con la problemática de eutrofización con la contratación de actividades para la remoción del pasto guinea, para la normalización del flujo de aguas, la reparación de la malla de protección y la implementación de jornadas de aseo comunitaria para la recuperación ambiental de este santuario de la independencia y la biodiversidad, patrimonio del pueblo Riohachero.
Los humedales se han convertido en imprescindibles para obtener agua potable a largo plazo. Por ello, se les ha rebautizado como «riñones del planeta», por realizar los procesos naturales de filtración, ellos no sólo embellecen costas, ciudades o montañas, su función en la naturaleza es esencial: mantener la vida en un ecosistema privilegiado.
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