El bosque seco tropical alberga importantes especies de fauna y flora dentro de las cuales se han identificado algunas determinantes para el equilibrio ecosistémico del mismo. Tal es el caso de la palma amarga (Sabal mauritiformis)., un especie de importancia económica y cultural y que históricamente ha sido aprovechada.
La familia de las palmas Arecaceae es una de las más abundantes y diversas del Neotrópico, estimándose cerca de 1500 especies y 200 géneros en el mundo, para los bosques secos tropicales, se han reportado 37 especies de palma, las cuales se encuentran distribuidas en remanentes asociados a bosques de galerías o dispersos en una matriz de pastos, cultivos agrícolas y zonas de expansión urbana, siendo la pérdida del hábitat, un factor que incide en la disminución de sus poblaciones.
En Colombia la especie se encuentra en categoría Casi amenazado (NT), en este sentido Corpoguajira formuló el proyecto “RESTAURACION DE ECOSISTEMAS CON LA ESPECIE PROMISORIA PALMA AMARGA (Sabal mauritiriformis) EN LOS MUNICIPIOS DE DIBULLA Y URUMITA DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA, ajustado a la ruta metodológica propuesta a nivel nacional identificando las acciones que contribuyen a la conservación de las palmas en el país, y específicamente se busca contribuir con la recuperación del germoplasma de la especie.
Así mismo fortalecer el conocimiento de las comunidades beneficiadas sobre el aspecto socioeconómico y ambiental, como en su conservación y mantenimiento, además, se pretenden sembrar 60 hectáreas con individuos de la especie palma amarga con su respectivo aislamiento en veinte (20) kilómetros en ecosistemas estratégicos de las veredas Las Marías, sector de El Mamey (municipio de Dibulla) y Batatal (municipio de Urumita)-La Guajira, se propenderá controlar los agentes tensionantes (agrícola y pecuario) que obstaculicen la restauración de la especie.
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