Destacados por ser uno de los ecosistemas de mayor producción de materia orgánica y por su fácil adaptación a suelos y aguas saladas, los mangles se convierten en los principales protectores de peces y mariscos; con sus ramas inquebrantables logran garantizar el comercio pesquero en grandes coberturas del planeta.
Son once son las especies registradas a nivel mundial, en Colombia se reconocen seis, de las cuales cuatro habitan La Guajira: el mangle rojo o colorado (Rhizophora); el blanco o amarillo (leguncularia racemosa); el negro o iguanero (Avicennia germinans) y el botoncillo o jelí (Conocarpus erectus).
Un ecosistema valioso que alberga a un número considerable de especies de aves, funcionando como área de anidaje para su reproducción tal como se registra en el DMI Musichi. La belleza paisajística de estos ramajes es importante para la investigación científica, educación, recreación pasiva y actividades de ecoturismo, como se registran en el DMI Delta del Río Ranchería.
Una especie que protege las costas contra la erosión y las marejadas ocasionadas por los huracanes, que atrapan sedimento y hojarasca entre sus raíces y ayudan a rellenar y recobrar terreno.
Aun conociendo todos los beneficios, la fortaleza de sus raíces lo convierten en un atractivo para taladores y comercializadores de madera. Sin importar que en el mundo el 75% de los mangles han sido destruidos y los que quedan están en peligro de extinción; factor alarmante para las especies que ahí habitan y que se encuentran en categoría de amenaza o vulnerabilidad.
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