Los cóndores cumplen un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas. Por ejemplo, reducen el riesgo de enfermedades por descomposición a otros animales.
En aras de disminuir las diversas amenazas asociadas a la actividad humana como el envenenamiento de carroñas, la cacería, la disminución de especies silvestres (venados y mamíferos del páramo), el choque con cuerdas de energía y la pérdida de hábitat que tienen al Cóndor de los Andes en vía de extinción en Colombia, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Instituto Alexander Von Humbolt suscribieron convenio que busca evaluar el estado actual de la conservación de esta especie en el país.
El convenio se ejecutará en los departamentos de Santander, Norte de Santander y en el Parque Nacional Natural Los Nevados y tendrá una duración de cinco meses. Dentro de las acciones que se desarrollarán está la toma de muestras genéticas no invasivas (plumas) de cóndores andinos, las cuales serán recolectadas en campo, lo que permitirá iniciar una ruta hacia la conservación de la especie.
Actividades de sensibilización, educación y asesoría a familias campesinas del Cerrito (Santander) en relación con procesos productivos alternativos y amigables con el ecosistema del páramo, su flora y fauna, también hacen parte de esta apuesta de conservación del cóndor andino.
Cabe destacar que el cóndor es de gran relevancia cultural para los pueblos andinos, ya que hace parte de la cosmovisión de diversas etnias en Suramérica; aparece en leyendas, artesanías, caricaturas, canciones y en los escudos de armas de Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile.
Corpoguajira trabaja por la conservación y preservación de los cóndores que cumplen un papel fundamental en el equilibrio de nuestros ecosistemas; al consumir un cadáver aceleran el proceso de retorno de nutrientes al ecosistema y reducen el riesgo de enfermedades por descomposición a otros animales, incluyendo el ganado.
En Colombia, el cóndor se encuentra principalmente en la Sierra Nevada de Santa Marta, en la Serranía del Perijá, en el norte de la Cordillera Oriental, en los alrededores de Los Nevados y en la frontera con Ecuador.
Ecodato: Es una especie con muy bajas tasas reproductivas, pues alcanza su edad reproductiva después de los ocho años; ponen un solo huevo cada dos años y los polluelos permanecen por más de un año en el nido.
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